Del Remojo a la Parrilla...

Viendo pasar los días grises y lluviosos se ha pasado la última temporada, en la que a penas conseguimos breves escarceos entre lluvias y vientos... Y cuando parece que las lluvias se alejan de nuestras tierras por fin, cuando parece que podremos volver a disfrutar de la primavera que tanto hemos estado deseando... los termómetros se disparan, con el agravante de la humedad que convierte en sudores los movimientos...

Pasar de 15º a 30º en dos días... No es obstáculo suficiente para refrenar las ansias acumuladas... Ya el domingo pasado me escapé, sin importar mucho que la lluvia fuera el pronóstico del día... Mono de Radón, de aire libre, mono de ausencia, deseos de presencia...

En otro momento sublimaría de alguna forma el ansia, pero hoy por hoy es lo único que tengo...

Escapé de la ciudad, del cemento y el asfalto, odiando al indicador del depósito de gasolina, aborreciendo la economía...
Con César y Suso Canapié me perdí el viernes por la tarde, buscando bajo las hojas verdes el frescor que el día nos negaba;  aspirando lentamente tras cada pegue para no llenar el pecho de aire ardiente...
Escondidos en la espesura, suplicábamos por el vientecillo fresco que a veces nos reconfortaba... Tumbados sobre las colchos esperábamos el instante preciso para intentar descifrar una secuencia de planos ; al final César la ha llamado "Romualdo" por que no le cabe mejor nombre...


César en "Romualdo" Sector Outeiro da Torre

La probamos con la laxitud muscular, sin el tacto adecuado, pero con las ganas rebosando... Aprendiendo de cada movimiento y buscando la secuencia...
Guardamos silencio, escuchando el bosque que se despierta al sol... Verdes nos rodean, en todas sus variantes... la vida continúa aunque el tiempo se haya vuelto loco...


Escondidos en la espesura...

Charlamos mientras el sol se marcha... Cenamos y volvemos a charlar... Hasta que llega la hora de retirarse; queda la esperanza de lo que está por llegar... Por la noche más calor... Esperemos que la mañana sea más fresca...

Desayunamos y arrancamos temprano, seguimos "retomando" el sector Outeiro da Torre... Bloques clásicos antiguos y nuevos que pronto lo serán también... a media mañana el sol ya calienta y el viento no llega... Nos refugiamos en las sombras, y nos entretenemos buscando nuevas líneas... En un rinconcito hayamos dos filos... Hay más gente pululando por los bloques, pero poca sombra para acogernos a todos... unos aquí y otros allá... Reposamos esperando que refresque... Pegues para la maraca... Movimientos para interiorizar...



César en "El Leyenda" Sector Outeiro da Torre


César en "Zombie Spotter" Sector Outeiro da Torre



Mientras el día va pasando, al final terminamos separándonos y el sábado concluye con Gabi y Vana al anochecer desgastando yemas en movimientos viejos que parecen nuevos... Casi a medianoche me retiro, esperando por el domingo...
Ya no madrugo pues sé que la mañana no será todo lo fresca que debería... El parking semivacío... Comemos a la sombra del maravilloso toldo de Angel y Ana... Y arrancamos despacito de nuevo hacia el sector Outeiro da Torre...
Las yemas pulidas y sudorosas... el calor y la siesta amenazante... Descubrimos un nuevo paso... Otro más y terminamos el día plaqueando a la sombra... mientras el calor no deja un respiro a las ansias...


Xur desempolvando un antiguo bloque...


Xurxo estrenando nuevo bloque...

Apaciguados pero siempre deseosos de tragos más intensos, de sabores más largos, de bocanadas más y más enriquecedoras... Me vuelvo al cemento pensando que tal y como decía Ciorán: "Cada uno se aferra como puede a su mala estrella." El filósofo del pesimismo, en el fondo no ha dejado de soñar con la hermosura de vivir...