martes, 2 de noviembre de 2010

Entre el Ansia y la Fe

Sobre el ansia y la fe meditaba mientras conducía hacia la Pena Corneira la mañana del sábado; Ansia como unas ganas que salen desde dentro por llegar, por estar allí, por poder agarrarme con las manos y que mis pies me propulsen hacia lo más alto... Fe, por que estaba lloviendo de forma incesante, impenitente, inagotable... Y ni viendo las imágenes del satélite me daba por vencido... tenía que llegar allí, verlo con mis ojos y tocarlo con mis manos.

Y así fue, lo ví, lo toqué y me resbalé, imposible, hasta el bosque llovía sobre mí, diciéndome... hoy no, y mañana seguramente tampoco...Aún así, recorrí las sendas, paseé los bloques citándome, motivándome, ansiándome...


De todas formas no me puedo quejar... las casualidades de la vida hicieron que me reencontrara con Pere y Nieves en un semáforo de Ourense, mientras caminaba por caminar en medio de una ciudad... Tantos recuerdos... Reimos mientras recordábamos aquel día que me retorció un dedo por bromear con las luces largas y las cortas... Hace tanto tiempo y parece que fue ayer... Una alegría reencontrar buenos amigos con los que se ha compartido tanto... Es lo bueno de volver a recorrer las sendas que nunca debí de abandonar...

Por la tarde, tarde lluviosa y otoñal donde las haya estuve con Xurxo pasando la tarde... el plan para el domingo era pintar parte de su nueva casa... Comentamos la posibilidad de ir el lunes a la costa a conocer una nueva zona, Otero Batiente como la llama Xurxo, la idea era quedar con Zésar para conocer los bloques y el potencial de la zona descubierta por Daviciño....
Pero primero fue la pintura... Vir no paraba de decir que quedaban manchones en el Verde Yuca que eligieron para la pared... La pintura monocapa, los rodillos que no pintaban... las esquinas... la pintura que no llega... jajaja una tarde divertida dándole al rodillo, que aunque no va para las maracas, con la buena compañía la mejor forma de pasar una tarde lluviosa de domingo... y la verdad, no quedó tan mal... jejeje... Que conste que estaba sin secar...


El domingo parecía un día diferente, despejado, con luz... Arranqué en dirección a la costa, me acerqué a ver el mar mientras Xurxo y Zésar llegaban...

El faro de Melide, con las Cíes al fondo...


Cuando llegaron nos dirijimos hacia los bloques... Roca de grano fino, como si hubiera sido amasada por un laborioso proceso...  Con unas formas...


Empezamos aprovechando lo que quedaba de mañana, vemos los primeros bloques y vamos probando, como saboreando... Luego después de comer Zésar nos lleva a la zona superior, donde bloques altos y muy altos nos dejan clara su carta de presentación...



Zésar nos preguntaba si nos gustaban los bloques y yo sólo lamentaba sentirme torpe y débil después de dos días dedicados a soñar con estar allí...
Sigo mirando mis manos y deseando que se vuelvan más y más fuertes para agarrarme a cualquier cachito de roca...


Zésar en el dinámico que lo mantuvo entretenido...


Con un cielo azul...


Boli estudiando la salida del bloque...
Las risas siempre son un buen aliciente, el mejor...


La primera de muchas visitas... Aún queda mucho por disfrutar... y con la compañía de buenos amigos... la ilusión me llena de Ansia y de Fe...

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