martes, 19 de abril de 2011

Time out of time


Llegar a media tarde a blocar no es algo nuevo, pero sí hacerlo bajo un sol de justicia que elevaba la temperatura por encima de los 20 grados centígrados... Los helechos y las hojas de los árboles desprendían sus colores más brillanes y vivos...
Caminando hacia el Sector Escaleras disfrutando de los juegos de luces que se cuelan entre las ramas de los árboles, ensimismado en mis pensamientos voy paso a paso...
Hay tantos bloques, tantas líneas que podrían ser posibles si fuésemos inhumanos, pero somos humanos; hechos de carne y hueso, con músculos y tendones, con piel recubriendo los dedos...
 La subida por la cuesta y las escaleras de madera mientras Boli corretea delante mía me va arrancando gotas de humedad... Hace un tiempo de verano y no corre ni una gota de brisa...

Añoranza de los días frescos... Deseos de otra temperatura... Ganas de aprovechar el tiempo... De vivir ese reloj que sólo existe cuando no existe ningún otro... Ese tiempo fuera del tiempo, que no se mide con segundos sino con sensaciones...

Angel en "Funkillo" con los planos al sol...

Ensimismado en mil pensamientos ajenos al momento que toca vivir también es una buena forma de relajarse... Es como estar sin estar... Y a cada momento como haciendo un paréntesis... calzarse los gatos y dar un pegue a un bloque... Casi a cámara lenta, casi sin querer... Pero invirtiendo en ello toda la energía de la que eres capaz...

Pablo entrando en "Faramontaos"

Mauri en "Faramontaos"

La teoría de los vectores, las patadas voladoras, la tensión de los isquios y los osquios... Siempre encuentra una moraleja final... "Hay que apretar"...

Auro, Mauri y Pablo jugando a apretar y colocar los pies...


Recorremos algunos bloques en el sector Escaleras, algunos clásicos como "Funkillo" o "Faramontaos", y terminamos en "Mundialisis" por hacer algo, a pesar del calor... Aunque ya al final los romos sudan, las yemas se abren precozmente y el calor nos envía al parking a descansar, algunos se retiran antes pues el domingo les espera una carrera de montaña...Otros se retiran para preparar sus viajes.. Aguantamos lo que podemos, las ansias nos anclan pero al final llegamos a la conclusión de que apretar en esas condiciones es sufrir mas que escalar... Y aun así terminamos sufriendo un poco...

Aunque no hay mal que por bien no venga y una charla amena y agradable, con picoteo y relajación en el parking es de esas cosas que hace que todo merezca la pena... hasta el calor...

El domingo se convierte en un mano a mano... El eterno dilema de a dónde dirigirnos se convierte en un pasapalabra entre Auro, Mauri y yo... Y en principio nos encaminamos hacia el sector Trebello, pero haciendo un alto en el camino... Calentamos junto al "raroski" mientras el sol comienza a levantarse... y poco a poco empieza a sonreir... elevándose en el cielo y con todo el cielo despejado notamos como a través de las hojas y las ramas el calor empieza a posarse...

Calentando un domingo cualquiera... escapando del calor...

Después de apretar en el "Ballenato" y el mantel que hay al lado, Mauri y yo nos vamos a buscar unos bloques cercanos y terminamos adecentando un bloque que nos parece que podría dar varias líneas...

Matizando el bloque...

De las líneas que intuiamos... la más fácil se torno inhumana... y la otra terminó siendo posible...
El calor reinó este fin de semana en todo su apogeo... Y a media tarde nos bajamos a comer algo... Un poco de ensaladilla y un churrasquito para compartir... Y sentados bajo un árbol, mientras intentábamos disfrutar de la comida... El cielo comenzó a chispear... Y nos llovió... A quien se le cuente no se lo cree... Y yo mientras le decía a Aurora... "Pues yo me termino el churrasco aquí! Faltaría más!"
La verdad es que fueron unas nubes y unas cuantas gotas...
El café y la sobremesa la hicimos junto a las furgos, mientras los niños jugaban y nosotros charlábamos sin prisas...

Nunca hay prisa cuando te sientes fuera del tiempo...

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